Mi chica dice que sí. Sus amigas también. La verdad es que el fútbol es aburrido... cuando lo ves con ellas. El último partido que vi con una chica fue la semifinal de la champions que perdió el Barça. El Barça es mi equipo. Y la chica que vio el partido conmigo era mi novia. Dejó de serlo cuando acabó ese partido. Bueno, en realidad empezó a dejar de serlo cuando comenzó el partido. La primera pregunta que me hizo fue: ¿Esto qué es, la liga?. Joder, estaban jugando el Barça y el Chelsea.
Tal vez estaréis pensando que puede que me chica no supiera que el equipo que jugaba contra el Barça era el Chelsea. ¡Pues sí, lo sabía!. Se lo acababa de decir. Le acababa de decir eso y que, por favor, durante "este" partido me dejara en paz.
Mi chica tiene por costumbre llamar a su madre, mi suegra, los jueves de cada semana. Todos los jueves. Todos los de año. Desde hace años. Este partido se jugó en miércoles. Y mi chica decidió llamar a su madre. A la hora del partido. Desde la sala donde está la tele. Lo primero que le dijo es que tenía muchas cosas que contarle.
Inmediatamente pulsé el botón de subir volumen de mi mando. Durante bastante rato. Yo normalmente veo al tele a un volumen de 10. Ahora lo tenía a 30. Y subiendo.
De todas formas, he de reconocer que durante el primer tiempo no me importó mucho que mi chica hablara con su madre, mi suegra, desde un radio máximo de 2 metros desde el lado del sofá en el que yo me encontraba. El Barça empezó ganando y jugando bien. Cuando el Chelsea se quedó con diez, podría decir que la voz de mi chica me parecía incluso melodiosa. Durante el descanso, cené algo rápidamente y mi chica dejó a su madre diciéndole "tengo que colgar pero ahora te llamo. ¡Joder, habían estado hablando tres cuartos de hora, más el minuto de prolongación del primer tiempo y todavía le tenía que contar más cosas! "Cariño, ¿cenamos algo?", me dijo. "Yo ya me estoy calentando una pizza" respondí yo.
En fin, que comenzó el segundo tiempo del partido... y el del maratón telefónico. Todo fue más o menos soportable hasta que el Chelsea empató. ¡Con 10!. "¡Mierda!" grité. Y
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